Acabo de ver un programa de RTVE dedicado a la música conocida como «agro-pop». En él se recuperan unas imágenes de los años 70 de un programa llamado «Campo Pop». Un «talent show» para elegir los mejores grupos pop de poblaciones de menos de 10.000 habitantes. También hay imágenes de los grupos más actuales con esas canciones y ese estilo y letras que nos ofrecen la imagen típica que tenemos la gente de la ciudad del campo.

Y como en la música, en la comida. Primero fue la tecnificación, porque la demanda de la ciudad quería muchos pollos, con pesos iguales, y quería manzanas perfectas, brillantes y homogéneas. Ahora, los urbanitas pedimos lo ecológico: ¿por moda o por conciencia?